Las rosas, y las flores en general, se regalan comúnmente para expresar amor, para felicitar y decorar. Sin embargo, incluso si las pones en agua o les haces algunos “trucos” caseros para mantenerlas sanas y hermosas, solamente logran vivir por un tiempo limitado, a veces, sólo un par de días.
Una vez que nuestras rosas se están marchitando, crees que su único destino será botarlas de una u otra forma a la basura. Afortunadamente siempre existen otros fines para los que las puedes utilizar aún después de muertas o marchitas, y en esta ocasión te compartimos tres alternativas.
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Un separador de libros muy natural
Puedes cortar un pedazo de cartón del tamaño que más te guste y después pegar los pétalos de flor con un pegamento especial. Al final bastará con que la plastifiques el separador para sostenerla.
Si no te gusta la idea de utilizar cartón puedes plastificar la flor de manera directa y también se verá muy bien.
Haz sales de baño
Esta opción es una excelente opción para ayudar a la salud de tu piel, especialmente la de tu rostro. Todo lo que debes de hacer para lograrlo es mezclar la mitad de una taza de sales de baño, otra media taza de pétalos de rosa secas y aceite esencial de rosa.
En un tazón grande, combina las sales de baño y los pétalos de flores secas. Después añade de entre 5 a 10 gotas de aceite esencial de rosa, y finalmente, una vez que la mezcla se encuentre lo suficientemente concentrada, añade un poco a la bañera para un momento relajante.
Vapores limpiadores para el rostro
Para hacer un vapor relajante para tu rostro te puedes apoyar en el uso de pétalos de rosa o cualquier flor que se haya marchitado y cubre con agua caliente. Después tapa el recipiente y deja reposar durante por lo menos dos o tres minutos. Luego retire la tapa y deja que el vapor salga y llegue a tu piel. Esto te ayudará a abrir los poros de tu piel, limpiarlos y preparar la piel para el resto de los tratamientos de belleza.